10 actitudes sanas para relacionarnos


Las relaciones sanas son aquellas en que dos o más personas interactúan desde los roles positivos de su personalidad, que pueden ser muy variados. Hay personas que se relacionan con los demás de forma sana y madura de una forma habitual.

También encontramos a personas que no han desarrollado suficientemente sus actitudes maduras y se relacionan desde la manipulación, el control, el victimismo, etc.

Veamos, pues, 10 formas de relacionarnos con los demás, desde nuestra actitud sana:

·         Criticar de forma constructiva: Se pueden hacer críticas, si nos las piden, pero siempre con la intención de ayudar al otro a darse cuenta de los errores. Muchas veces criticamos un acto o una obra sin que se nos haya pedido nuestra opinión, o lo hacemos de una forma destructiva, que no ayuda, y sólo sirve para minar la autoestima del otro.
·         Asumir la propia responsabilidad: Asumir las consecuencias de nuestros actos y decisiones es condición indispensable para ser maduros. También lo es el hecho de asumir nuestras obligaciones.
·         Dar amor sin esperar nada a cambio: Por desgracia, muchas personas han sido educadas en la creencia de que deben ser merecedoras del cariño de los demás, que tienen que hacer algo para ganárselo. El amor es gratis. Las demostraciones de afecto hacia nuestros allegados deberían ser incondicionales.
·         Cuidarse a uno mismo: Asumir el cuidado de uno mismo, cuidar nuestros hábitos de salud, protegernos, etc. es imprescindible si queremos tener una actitud sana y madura.
·         Cuidar de los demás cuando lo necesitan: La capacidad de cuidar de los demás, de ayudar cuando nos lo piden, evitando la sobreprotección, es otra de las habilidades propias de una persona madura.
·         Ser espontáneo: La espontaneidad es una actitud del niño por excelencia. A lo largo de la vida se va perdiendo. Deberíamos conservar una parte de nuestra espontaneidad, eso sí, sin invadir la libertad de los demás.
·         Escuchar los propios deseos: Si queremos ser adultos sanos, deberemos preguntarnos de vez en cuando qué necesitamos o qué deseamos.
·         Asumir una tarea pesada de buena gana: La vida está llena de tareas que no nos apetecen: fregar los platos o levantarnos el lunes, por ejemplo. Una actitud positiva frente a estas pesadas tareas indicará un buen grado de madurez.
·         Pensar, razonar y decidir: Por supuesto, la capacidad que más define a un adulto equilibrado es la capacidad de pensar y tomar decisiones por sí mismo.
·         Pedir lo que se quiere: Si queremos tener una actitud sana con los demás, deberemos aprender a pedir, en vez de esperar que los demás “adivinen” qué esperamos de ellos.



NOTA: Si te ha gustado este artículo, compártelo con tus amigos y deja tus comentarios.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Entradas populares