8 actitudes de las personas tóxicas y cómo evitarlas


Hay un tipo de personas que necesitan siempre “estar por encima” de los demás, hacerles sentir mal.
Los podemos encontrar a nuestro alrededor, en el trabajo, en la familia, entre los amigos y conocidos... Cuando tienen una posición de estatus superior (por ejemplo, son nuestro jefe o un maestro), serán personas injustas que les gusta demostrar su poder haciéndonos hacer trabajos inútiles, perder nuestro tiempo, etc.
Como ejemplo dentro de la literatura infantil, recordemos a Cenicienta, cuando debe separar el arroz de las lentejas, sólo porque la madrastra las ha mezclado.

Pero, ¿cómo actúan estas personas?

·         Utilizan la crítica destructiva haciendo sentir mal a los demás.
·         Se burlan, ridiculizan y menosprecian a las personas que tienen a su alrededor.
·         Se rodean de personas débiles, que en lugar de enfrentarse, le harán de acólitos, creando juegos de grupo perversos, de tipo “bulling”.
·         También le dan “la vuelta” a todo, de forma que los culpables siempre son los demás, ellos “nunca tienen la culpa de nada”.
·         Acostumbran a buscar personas débiles y sumisas para hacerles daño.
·         Cuando encuentran una persona rebelde o de carácter fuerte, entran en una fuerte confrontación (guerra de poder) o se apartan, porque no les interesa.
·         Se empeñan en remarcar aquello que los demás no han hecho lo bastante bien para demostrar que “no son dignos de confianza”.
·         Utilizan expresiones como “ya te tengo” o “me has fallado”.

¿Qué podemos hacer para no caer en sus juegos?

·         En primer lugar, dependerá del vínculo que tengamos con esta persona. Lo mejor es apartarse.
·         Si no nos podemos apartar (porque es un familiar cercano, un compañero de trabajo...) debemos intentar “no picar”, no entrar en su juego. (No contestar, pensar que no es un ataque personal hacia nosotros, sino un juego habitual de esta persona).
·         Si ve que no consigue en nosotros el efecto deseado (hacernos sentir mal) acabará apartándose y buscando otra “víctima”.
·         Podemos intentar razonar, utilizar nuestra parte racional. El resultado dependerá de lo desarrollada que tenga la persona tóxica la parte del razonamiento. Quizás se aferre a su rol y no deje de “machacar”. O puede ser que admita que su forma de actuar hace sentir mal a los demás. Pero difícilmente cambiará, porque, de hecho, ni siquiera sabe por qué lo hace.
·         Podemos responder desde nuestra espontaneidad, “¿te he fallado? Ah, pues hazlo tú, que sabes más, y así aprendo”. “¿Te he metido yo en esto? Ah, pues no escuches mis consejos, decide por ti mismo”.
·         Si conseguimos no sentirnos mal, tomar la suficiente distancia, le podemos ofrecer nuestro afecto, dado que será una persona muy solitaria y necesitada de aprecio, pues todo el mundo se aparta de ellos. Sólo así se les puede llegar a ayudar, pueden bajar “la guardia” y analizar por qué actúan así. Acostumbra a ser porque han tenido un progenitor “tóxico” y han aprendido a actuar de la misma forma, como defensa, a “parecer fuertes” para que no “se les coman”.



NOTA: Si te ha gustado este artículo, compártelo con tus amigos y deja tus comentarios.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Entradas populares