6 pasos para evitar que jueguen con nosotros

 
Una parte importante de las relaciones humanas se basa en la manipulación de los demás para conseguir lo que queremos. La mejor forma de evitar que nosotros juguemos con los demás es tomar conciencia de que jugamos, y dejar de hacerlo. Pero ¿cómo podemos evitar los juegos y las manipulaciones de los demás hacia nosotros?

  • Darme cuenta de a qué tipo de juegos soy más vulnerable: Podemos ser más vulnerables a caer en el juego de las personas que nos cuidan mucho y se desviven por nosotros, o también a las persona con una apariencia débil, los que parece que siempre estén pidiendo ayuda, etc.
  • Detectar que nos están haciendo un juego: Nos daremos cuenta, básicamente, porque nos sentimos incómodos, estamos aceptando una situación que realmente no queremos, o nos sentimos mal con la otra persona.

Una vez tenemos identificado el juego y haber visto cómo funciona y dónde «picamos» nosotros una y otra vez, tenemos cuatro alternativas:

  • Descubrir el juego: Consiste en explicarle al otro lo que pasará a continuación, basándonos en nuestro conocimiento del juego. Por ejemplo, el otro nos dice «no sé cómo lo haré para ir mañana al médico, está tan lejos y nadie me acompaña...» le podemos decir: “cuando necesites alguna cosa, puedes pedirla en lugar de tirar indirectas”. Pero el peligro de esto, es que si el otro no tiene la capacidad de entender su propio juego, lo que hará probablemente será reaccionar con otro juego.
  • Seguir el juego: Podemos seguir el juego para evitar la confrontación. Entonces, no será un verdadero juego, porque uno de los dos jugadores es consciente de que es un juego. Poco a poco le podemos dar la posibilidad al otro de que aprenda a pedir las cosas de una forma más sana.
  • Ignorar el juego: Es no caer en la «invitación» a jugar. Por ejemplo, el otro nos invita a criticar a una tercera persona que no está. Cambiamos de tema. Puede ser que el otro insista una y otra vez, o que haga una «escalada», cada vez más indignado. Entonces, le podemos decir, simplemente, que no queremos entrar en su juego.
  • Confrontar el juego: Consiste en destaparlo, pero con una dosis de ironía y humor. Esto se puede hacer cuando hay una gran confianza, o dentro de una terapia, en la que el terapeuta ve el juego desde la distancia emocional.




NOTA: Si te ha gustado este artículo, compártelo con tus amigos y deja tus comentarios.







No hay comentarios :

Publicar un comentario

Entradas populares