7 rasgos de las personas auto-destructivas


La persona auto-destructiva.

Es una persona que es consciente de que está mal, pero como cree que la vida no vale la pena, piensa que no hace falta esforzarse en mejorar. Su actitud vital es auto-destructiva. Los sentimientos que tiene hacia sí misma, hacia los demás y hacia el mundo, son negativos. No acostumbra a pedir ayuda y si se le quiere ayudar, lo rechaza.

Juegos habituales

  1. Mejor no pensar ni sentir. (Frecuentemente caen en el alcohol, las drogas…) Así no piensan ni sienten.
  2. Deben tomarme como soy. (La sociedad, los tribunales, los trabajadores sociales…).
  3. No hay justicia. (Es frecuente que se quejen de que nadie les ayuda, que la vida no es justa con ellos, pero cuando se les quiere ayudar no se dejan).
  4. Me han hecho así. No soy culpable. (Atribuyen su estado a la mala suerte, la familia, su infancia, a la sociedad… pero no asumen ninguna responsabilidad de sí mismos).
  5. El “muerto viviente”: es una persona tan inactiva, que es como si estuviera muerta en vida. Piensa que la vida no tiene ningún sentido, pero tampoco hace nada para cambiar.
  6. Deportes de riesgo: En el otro extremo, tenemos a la persona que está siempre viviendo al límite, poniéndose en peligro, haciendo cosas arriesgadas. Es otra forma de actuación auto-destructiva.
  7. La “mala vida”: la persona que lo hace todo para tener mala salud: alimentarse mal, dormir poco, no hacer deporte, abusar de los tóxicos (tabaco, alcohol, medicamentos…). Es una forma inconsciente de decir “la vida no me importa”.

Como en los otros tipos de víctima, la forma de contrarrestarla pasa por apelar a su capacidad de razonamiento y reforzar su autoestima. En los casos en que hay una problemática asociada de adicciones, se tendrá que empezar por tratar esto, y, a ser posible, apartarles de su ambiente habitual para evitar que recaigan.

Aparte de las personas con adicciones, cuando encontramos a una persona con estas características, acostumbra a ser depresiva habitual. Se puede intentar hacerle ver, que no todo el mundo piensa como él, que hay muchas personas que valoran la vida y valoran todo lo que tienen. También se puede apelar a sus deseos internos e invitarle a que luche para conseguirlos, que encuentre motivos para disfrutar de la vida.

Cuando tenemos a una persona así cerca de nosotros, es importante que no nos dejemos arrastrar por su negatividad y su tendencia auto-destructiva, pensando que eso es su decisión personal y no tiene por qué ser la nuestra.





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