Según
la psicología de la Gestalt, hay una serie de pasos que seguimos
cuando nos enfrentamos a los problemas. Estos pasos acostumbran a ser
los mismos para todas las personas y para cualquier situación, desde
un problema grave que nos paraliza, hasta cuestiones simples de la
vida cotidiana. Lo que varía, es en qué fase de la resolución nos
quedamos parados.
Según
el tipo de personalidad que tengamos, tendremos tendencia a pararnos
por falta de energía, por dificultades a la hora de ver las
diferentes salidas al problema, por dificultad de “desconectar”
del problema, etc.
1.
Sensaciones. Esta
fase se caracteriza por una inquietud generalizada y difusa, un
“malestar” al que no sabemos poner nombre, un “no sé qué me
pasa, pero no estoy bien”.
2.
Percepción. Este
es el momento en que nos damos cuenta de cual es el motivo de nuestro
malestar. Identificamos la causa de nuestro sufrimiento. Se da a dos
niveles: emocional y cognitivo (de razonamiento).
3.
Toma de consciencia. La
diferencia entre esta fase y la fase de percepción, es que en ésta,
nos hacemos conscientes de hasta qué punto nos afecta el problema, y
hay un “punto de no retorno” a partir del cual no podemos seguir
haciendo como si no pasara nada.
4.
Búsqueda de soluciones. Todos
los problemas tienen alguna solución. Pero, a menudo, la solución
más evidente no nos sirve. Entonces, tendremos que buscar otras
soluciones. Si abrimos nuestra mente, seguro que encontramos más
posibilidades que no nos habíamos planteado.
5.
Toma de decisiones. Para
tomar decisiones es necesario tener desarrollada la capacidad de
decidir. Hay personas, que debido a su carácter, acostumbran a dejar
que los demás decidan las cosas por ellos, o bien dejan “que el
tiempo lo solucione”. Estas personas, se quedarán paradas siempre
en esta fase.
6.
Energetización. Para
enfrentarnos a un problema, necesitamos energía, necesitamos
fuerzas. Aquí entran en juego las emociones. Hay un movimiento
interno de emociones que nos presionan hacia aquello que queremos
conseguir. Estas emociones se transforman en acciones.
7.
Acción: Es
el momento en que se ponen en práctica las decisiones que se han
tomado. La acción está encaminada a conseguir un objetivo. Se
necesita voluntad, audacia y el nivel de energía suficiente.
8.
Contacto: Es
el momento del encuentro con el elemento a solucionar. Es el momento
en que se concentran todos los aspectos que se han trabajado antes:
la decisión, la energía, la superación de los miedos, de los
obstáculos...
9.
Satisfacción o realización: Una
vez se ha obtenido aquello que se deseaba, hay una sensación de
satisfacción, de bienestar y equilibrio. Es el momento de disfrutar
de lo que se ha conseguido. Hay personas que no se permiten disfrutar
del momento. No se dan permiso para la recompensa.
10.
Retirada y relajación: Es
necesario cerrar el ciclo. Abandonar el objeto de contacto y pasar a
una etapa que se denomina el «vacío fértil». Es el tiempo para
digerir y asimilar lo que ha ocurrido. Es el momento para pasar
página y dejar de preocuparse por aquello, de relajarse.
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