10 pasos para solucionar un problema

 
 
 
Según la psicología de la Gestalt, hay una serie de pasos que seguimos cuando nos enfrentamos a los problemas. Estos pasos acostumbran a ser los mismos para todas las personas y para cualquier situación, desde un problema grave que nos paraliza, hasta cuestiones simples de la vida cotidiana. Lo que varía, es en qué fase de la resolución nos quedamos parados.
Según el tipo de personalidad que tengamos, tendremos tendencia a pararnos por falta de energía, por dificultades a la hora de ver las diferentes salidas al problema, por dificultad de “desconectar” del problema, etc.
1. Sensaciones. Esta fase se caracteriza por una inquietud generalizada y difusa, un “malestar” al que no sabemos poner nombre, un “no sé qué me pasa, pero no estoy bien”.
2. Percepción. Este es el momento en que nos damos cuenta de cual es el motivo de nuestro malestar. Identificamos la causa de nuestro sufrimiento. Se da a dos niveles: emocional y cognitivo (de razonamiento).
3. Toma de consciencia. La diferencia entre esta fase y la fase de percepción, es que en ésta, nos hacemos conscientes de hasta qué punto nos afecta el problema, y hay un “punto de no retorno” a partir del cual no podemos seguir haciendo como si no pasara nada.
4. Búsqueda de soluciones. Todos los problemas tienen alguna solución. Pero, a menudo, la solución más evidente no nos sirve. Entonces, tendremos que buscar otras soluciones. Si abrimos nuestra mente, seguro que encontramos más posibilidades que no nos habíamos planteado.
5. Toma de decisiones. Para tomar decisiones es necesario tener desarrollada la capacidad de decidir. Hay personas, que debido a su carácter, acostumbran a dejar que los demás decidan las cosas por ellos, o bien dejan “que el tiempo lo solucione”. Estas personas, se quedarán paradas siempre en esta fase.
6. Energetización. Para enfrentarnos a un problema, necesitamos energía, necesitamos fuerzas. Aquí entran en juego las emociones. Hay un movimiento interno de emociones que nos presionan hacia aquello que queremos conseguir. Estas emociones se transforman en acciones.
7. Acción: Es el momento en que se ponen en práctica las decisiones que se han tomado. La acción está encaminada a conseguir un objetivo. Se necesita voluntad, audacia y el nivel de energía suficiente.
8. Contacto: Es el momento del encuentro con el elemento a solucionar. Es el momento en que se concentran todos los aspectos que se han trabajado antes: la decisión, la energía, la superación de los miedos, de los obstáculos...
9. Satisfacción o realización: Una vez se ha obtenido aquello que se deseaba, hay una sensación de satisfacción, de bienestar y equilibrio. Es el momento de disfrutar de lo que se ha conseguido. Hay personas que no se permiten disfrutar del momento. No se dan permiso para la recompensa.
10. Retirada y relajación: Es necesario cerrar el ciclo. Abandonar el objeto de contacto y pasar a una etapa que se denomina el «vacío fértil». Es el tiempo para digerir y asimilar lo que ha ocurrido. Es el momento para pasar página y dejar de preocuparse por aquello, de relajarse.

 



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