¿Qué pensamos y
sentimos de nosotros mismos? ¿Qué imagen tenemos de los demás?
¿Cuál es nuestra percepción del mundo?
Nuestra
actitud ante la vida hace que seamos positivos, optimistas, o bien
negativos, victimistas…
Según
el autor A. Harris, hay cinco posiciones vitales.
1.
Yo estoy bien, tú estás bien (en general): Es
la actitud positiva y realista. El «yo» define cómo me siento yo
conmigo mismo y respecto a los demás. «Tú» representa a las otras
personas con que me relaciono y al mundo en general. Si creemos que
«yo estoy bien» quiere decir que creo que puedo contar conmigo
mismo, que confío en mis propias capacidades, que puedo afrontar
diferentes situaciones y problemas.
Si creemos que «tú estás bien»
quiere decir que vemos a los demás de igual a igual, no les vemos
mejores ni peores, ni con más o menos capacidades que nosotros.
2.
Yo estoy bien, tú estás bien (siempre): Es
una actitud idealizada.
Creer que nosotros SIEMPRE estamos
bien y que la gente y el mundo SIEMPRE está bien, es una visión
idealizada de la realidad. Hay personas que hacen una negación
sistemática de los problemas, que quieren creer que todo el mundo es
bueno y los problemas no existen.
3.
Yo estoy mal, tú estás bien: Es
una actitud victimista o pesimista.
Esta es la posición vital de las
personas que piensan que los demás tienen más capacidades que
ellos, y por tanto «si tú estás bien», «tú debes cuidar de mi»
(o tienden a la depresión y/o a la dependencia». Para salir de este
papel, tendrán que admitir que también ellos tienen capacidades,
tendrán que empezar a usarlas, y dejar de creer que los demás son
mejores y además tienen «la obligación» de hacérselo todo.
4.
Yo estoy bien, tú estás mal: Es
la actitud narcisista.
Es la persona que se cree con más
capacidades, más derechos, etc. que los demás. O bien puede
desarrollar una actitud salvadora hacia los que se creen inferiores y
crear juntos una relación de dependencia.
5.
Yo estoy mal, tú estás mal: Es
la actitud negativa.
Es una posición vital muy
autodestructiva. La persona considera que está mal, pero como cree
que la vida y el mundo no valen la pena, no harán nada para mejorar.
Es la actitud de la persona que se droga, el alcohólico, etc.
Piensan que no vale la pena el esfuerzo de cambiar.
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