¡Que no te coja el síndrome post-vacacional! Cinco consejos para evitarlo




Existen algunas situaciones o estados que predisponen a sufrir el síndrome post-vacacional:
  • Vacaciones largas, agotadoras, o durante las cuales no se descansa de forma adecuada.
  • Adaptación insuficiente al ámbito laboral, presente incluso antes de las vacaciones. Falta de motivación laboral.

El mejor remedio: la prevención

El remedio, como pasa a menudo, está en prevenir su aparición. En este sentido se pueden intentar diversas medidas:

1. Mantener cierto horario nos permitirá continuar con un cierto biorritmo.

2. Vuelta progresiva aunque no sea completa, a la rutina habitual, puede favorecer que este cambio no resulte dramático ni catastrófico (como tirarse a una piscina de agua fría).

3. Evitar una motivación personal excesivamente centrada en las vacaciones. No se puede estar deseando las vacaciones durante la mitad del año y lamentarse de que hayan acabado durante la otra mitad. Por eso, podemos intentar mantener determinadas aficiones. Puede haber aficiones que se hayan iniciado durante las vacaciones, y que sea recomendable mantener a lo largo del año.

4. Dividir el periodo de vacaciones en diversas partes evitará la sensación de saturación respecto a las vacaciones y nos ayudará saber que a la vuelta aún nos quedan unos días.

5. Ordenar la mesa de trabajo, evitando las montañas caóticas. Debemos hacer un esfuerzo en intentar organizar la agenda, estableciendo un plan de lucha que intente afrontar las tareas pendientes con un orden de prioridades.

Si a pesar de todo lo anterior el problema persiste, la ayuda de un especialista puede ser fundamental para analizar si hay una insatisfacción personal en la base de todo ello. Puede ser que el síndrome post-vacacional sólo sea un síntoma de problemas más profundos.



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