4 etapas en la vida de la pareja (2)


3ª etapa: diferenciación. 
Es cuando se empiezan a definir las diferencias individuales de cada uno. Para muchos supone una desilusión, es darse cuenta de que el otro no es realmente como yo le veía, sino que es alguien con personalidad propia, con defectos y manías, como cualquier otra persona.

  • Puede haber una sensación de engaño, de “estás cambiando”.
  • En realidad no cambianos, simplemente nos mostramos como somos en realidad, nos damos cuenta de las diferencias.
  • Es cuando empezamos a ver quien es en realidad la otra persona, descubrimos que no es “perfecto”, que es “simplemente humano”.
  • Es un buen momento para progresar en la relación, para acercarnos a la persona real, definiendo nuestros límites, nuestros gustos y preferencias.
  • Es cuando ya no hace falta que veamos el futbol cada domingo con el otro (que había llegado a pensar que nos gustaba mucho…), ni hace falta que salgamos cada día con él/ella y sus amigos.
  • Se empiezan a trabajar las diferencias, tú eres tú y yo soy yo.
  • Se empiezan a hacer cosas por separado, cada cual se define como persona y habrá que trabajar muchos temas.
  • Aquí es importante que haya confianza y comunicación, que las dos personas puedan expresar cómo se sienten.
  • Es muy importante entender, que el otro no es mi “clon”, que tiene personalidad propia, gustos diferentes a los míos, posiblemente también tiene alguna afición que yo no comparto, tiene su trabajo, sus amigos, su familia… y eso se ha de respetar.
  • Igualmente, nosotros tenemos nuestras aficiones, amistades, familia, etc. Hay que buscar puntos de unión, un tiempo para cada uno y un tiempo para la pareja.
  • Y este puede ser uno de los puntos que ocasiona más conflictos en la pareja: conviene ir encontrando un equilibrio, que sea válido para los dos, “un tú, un yo y un nosotros”.
  • La principal dificultad radica en que acostumbra a haber una de las dos persona que tiene muchas aficiones, amistades, ocupacines, etc. y el otro tiene mucho tiempo libre.
  • Este segundo quizás espera que, al tener pareja, esta llene todos sus espacios vacíos.
  • El otro espera que le dejen plenamente su espacio y seguir haciendo su vida de antes sin cambiar nada.
  • Habrá que hacer un esfuerzo por los dos lados: buscar otras formas de llenar los propios vacíos sin esperar que sea la pareja quien lo haga, y renunciar a una parte de las aficiones, etc. para encontrar espacios compartidos con la pareja.
  • Habrá que hacer un esfuerzo de madurez, tolerancia y negociación por ambas partes.
  • Otra de las principales dificultades radica en la creencia de que tenemos que ser “almas gemelas”.
  • Hay personas que se aferran al ideal romántico de sentirse eternamente enamorados, “como el primer día”. Esto es irreal. Encontraremos momentos de conexión con la pareja, podemos propiciar los momentos románticos, y está bien que lo hagamos, porque son la “gasolina” que necesita la pareja para funcionar, pero pasado un tiempo de relación, conviene que las dos personas vuelvan a ser indivíduos diferenciados.
  • En este sentido, las canciones románticas, las películas, las series de la televisión, etc., nos ofrecen una visión distorsionada de la pareja, que no se debe confundir con la pareja madura y real.




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Pilar Morey Bulbena
Telf.: 605 52 52 81


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