9 Síntomas del Síndrome Post-Vacacional



Las vacaciones se acaban. Volvemos a la rutina. Hasta dentro de 11 meses quizás no volveremos a tener vacaciones. Este retorno requiere un proceso de adaptación y provoca un malestar que puede ser de leve a moderado. Los últimos años, este proceso ha estado denominado síndrome post-vacacional

Si bien no se trata de un trastorno psicológico, sí es cierto que causa diveros síntomas:
  • 1. Debilidad generalizada y astenia (pocas fuerzas).
  • 2. Insomnio, que ocasiona que durante el día tengamos sueño.
  • 3. Menos capacidad de decisión, estamos más lentos.
  • 4. Nuestro razonamiento está más «pesado», nos cuesta concentrarnos.
  • 5. Nuestra tolerancia al trabajo también disminuye.
  • 6. Nos cuesta organizarnos, se nos acumulan las tareas.
  • 7. Sensación de desidia y tedio.
  • 8. En los casos más graves, aparece una sensación de angustia vital que puede llegar a bloquearnos.
  • 9. También hay personas que reaccionan con mal humor, incluso con agresividad, pero generalmente se parece más a un cuadro depresivo.

Unas vacaciones muy agotadoras, durante las cuales no se ha descansado suficiente, pueden agravar este estado.

También influye nuestra satisfacción general hacia el trabajo, es decir, si ya antes de marcharnos de vacaciones no estábamos a gusto en el trabajo por los motivos que sea, al volver de las vacaciones aún nos encontraremos peor.

¿Qué podemos hacer para paliar los efectos del síndrome post-vacacional?
  • Durante las vacaciones a menudo rompemos toda nuestra rutina, nuestros hábitos. Un retorno progresivo a los horarios normales será mejor que volver de golpe.
  • Hay personas que bajan del avión a las 10 de la noche y al día siguiente a las 8 de la mañana empiezan a trabajar. Evidentemente, les será mucho más duro y difícil que a aquellos que se toman un par de días para desconectar y adaptarse a la vida cotidiana.
  • No hacer todas las vacaciones de golpe nos puede ayudar, por un lado a no saturarnos (a menudo tenemos la sensación de que las vacaciones son «demasiado largas», tenemos ganas de volver a la normalidad) y, por otro, si nos guardamos unos días para más adelante, no tendremos la sensación de que faltan 11 meses para las próximas vacaciones y se nos hará más ligera la vuelta al trabajo.
  • Si cuando volvemos tenemos mucho trabajo acumulado, intentemos organizarnos y priorizar para no agobiarnos. Hacer listas, ordenar las tareas urgentes e importantes (no siempre la más urgente es la más importante). Tomarse los primeros días con un poco de calma.
  • Quizás sea ahora cuando nos daremos cuenta de que realmente lo que nos pasa es que no nos gusta nuestro trabajo. Pero esperemos unos días para ver si se trata de eso o es el temido síndrome post-vacacional.



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