Cuidar a una persona mayor, un enfermo, o incluso un niño o niña, puede ser agotador. El cuidador o cuidadora, frecuentemente se olvida de sus propias necesidades.
Aquí tienes unas cuantas pautas, que no deberías olvidar cuando estás cuidando:
- 1.- ¡No te olvides de tus propias necesidades! La tarea de la persona cuidadora es absorbente, no tenemos que olvidarnos de, en primer lugar, escuchar nuestras propias necesidades.
- 2.- Expresa tus sentimientos. La tristeza, el cansancio, el desánimo, el miedo a perder a la persona que cuidamos o la sensación de saturación, la angustia, la rabia, la impotencia, e incluso la alegría o satisfacción de estar realizando una tarea importante, son algunos de los sentimientos que podemos experimentar. Es conveniente poderlos compartir con alguien, un buen amigo o una asociación que nos pueda escuchar.
- 3.- Pide ayuda. Hay más personas dispuestas que otras a ayudar, pero aunque nos encontremos con una negativa, debemos seguir buscando hasta encontrar la persona que nos pueda ayudar, al menos de manera puntual. Nunca tenemos que hacer más de lo que es humanamente posible.
- 4.- Busca apoyo profesional. Es importante saber delegar, contar con los profesionales cuando haya que tomar decisiones, etc. Hay decisiones médicas, legales, etc. que no tienen por qué recaer exclusivamente sobre nosotros. Está bien dejarse aconsejar y asesorar por los profesionales.
- 5.- Descansa. No te olvides de descansar, tanto física como psicológicamente.
- 6.- Di no. Cuando la tarea de cuidador nos supera por el motivo que sea, estamos en nuestro derecho de decir no. Siempre, en cualquier circunstancia de la vida, tenemos el derecho a decir que no.
- 7.- Haz otras cosas. En tu vida hay más cosas, aparte de la tarea de cuidador. Tienes derecho a desarrollarlas. Y, además de tener derecho, es altamente recomendable.
- 8.- Siéntete a gusto. No siempre nos tenemos que sentir mal por estar cuidando de otra persona. Aunque haya gente que no lo pueda entender, podemos sentirnos bien realizando esta tarea que, si bien es dura, también tiene una parte gratificante.
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