Sexo, género, identidad sexual, preferencia sexual


Somos hombres, somos mujeres, somos intersex. Somos heterosexuales, homosexuales, bisexuales, pansexuales, queer… La sexualidad humana y sus expresiones son diversas y variadas.

SEXO GENÉTICO: En el momento de la fecundación, en función de los cromosomas XX o XY, se determina el sexo genético. En función de la combinación genética, entre la semana 12 y 14 del embarazo comienza la formación de los órganos genitales, tanto externos como internos, y la morfología del cuerpo. Pero hay entre un 2 y un 3% de personas que tienen órganos masculinos y femeninos a la vez, o poco definidos, u órganos externos femeninos y testículos internos (por ejemplo). Son los intersexuales, lo que antes se denominaba hermafroditas.

SEXO LEGAL: En el momento de nacer se nos asigna un sexo: hombre o mujer. La ley dice que en el plazo de 72 horas hay de realizar la inscripción del bebé. Cuando el sexo anatómico no queda claro, el margen de tiempo es absolutamente insuficiente para tomar una decisión que a veces no es nada fácil: análisis genético, scanner, pediatras, etc. tendrán que consensuar la asignación de un sexo, donde el vacío legal no permite inscribir a una persona como intersexual. Es en la pubertad cuando habrá que valorar las diferentes opciones.

GÉNERO: Masculino o femenino. Es lo que se supone que tienes que hacer en función del sexo que se te asigna al nacer. Está muy determinado por el contexto cultural. Las niñas de rosa, los niños de azul. Los niños hacen fútbol, las niñas ballet. Cómo debes comportar, moverte, jugar, sentarte, hablar… Hay sociedades muy tradicionales, en las que los roles están muy determinados y separados. En nuestra cultura, cada vez se apuesta más por la coeducación y por no marcar tanto las diferencias.

EXPRESIÓN DEL GÉNERO: El sexo genético, el sexo legal y el género, no los elegimos. Con la expresión del género empieza nuestra libre decisión: es la forma en que me expreso y me siento cómodo. Cómo me gusta vestirme, qué actividades prefiero, etc. Se puede ser normativo (seguir “la norma”) o diverso.
Pero que me guste vestirme de una forma determinada o prefiera hacer un deporte en concreto, no tiene nada que ver con mi identidad sexual. Que a un hombre le guste la ropa de mujer, no quiere decir forzosamente que quiera cambiarse de sexo, ni que sea homosexual, por ejemplo.

IDENTIDAD DE GÉNERO: Cómo me siento con respecto a mi género. Si me siento a gusto con el género que se me ha asignado, soy cis-género. Si me sentiría más a gusto perteneciendo al género contrario, soy trans-género. De aquí a operarme y tomar hormonas, hay un largo proceso y diferentes opciones, y es cuando seguramente necesitaré del soporte de personas que me acompañen y me ayuden a tomar decisiones.
Que a un niño o niña le guste vestirse de forma diferente o le gusten actividades más “propias” del otro género, no implica que de mayor se identifique como trans-género. Ni tampoco determinará su preferencia sexual. Habrá que acompañarle/la y, sobre todo, hacerle saber que le aceptamos tal y como es.
También hay personas que se definen como Queer, es decir, sin género definido, no se identifican ni como hombres ni como mujeres.

PREFERENCIA SEXUAL: ¿Qué personas me atraen? Hay diferentes opciones, y se puede cambiar de preferencia a lo largo de la vida. Hay muchas personas que, en un momento de su vida, sienten atracción o tienen experiencias sexuales con personas del mismo sexo, y después no las vuelven a tener. Las opciones son muy variadas:
  • Heterosexual: me gustan las personas del sexo contrario.
  • Homosexual: me gustan las personas de mi propio sexo.
  • Bisexual: Me gustan, tanto las personas de mi sexo, como las del contrario.
  • Pansexual: me gustan las personas, en general, sin importarme su sexo.
De la heterosexualidad a la homosexualidad, hay diferentes opciones: se pueden tener fantasías sexuales con personas del mismo sexo, o sentirse atraído, pero no practicarlo, etc. 

También podríamos hablar del poli-amor, de las personas que aman a más de una persona a la vez, pero esto sería tema para otro artículo.

En resumen, las opciones son muchas, diversas y variadas, y lo más importante es aceptarnos como somos, respetarnos y aceptar y respetar al otro, sea una persona que sigue la norma, o sea diverso, en cualquier aspecto.




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